martes, 2 de mayo de 2017

Nukepatas*




















Entrevista realizada por 
Alejandro Morandini
el 12 de octubre de 2003

Diálogos 
-letras, artes y ciencia del noroeste argentino-
Año III N° 11

Entrevista incorporada a la selección de Ensayos salteños. Salta, 2017 


Con motivo de la presentación en nuestra ciudad de los cantos y danzas rituales ofrecidos el pasado 11 de octubre por la comunidad wichi procedente del departamento Rivadavia, el chamán Tiluk sostuvo con Diálogos una entrevista en la que nos contó acerca de sus sueños.
Nukepatas nace del sueño de Tiluk, de poder resurgir después de muchos años ocultos, al cuidado de la vara de Tokjuaj que es Jla – uet, el camino que nos lleva a la verdadera casa, y también Jlawasancheyaj jla kahñayaj es decir, fuerza, vida eterna: Venimos a mostrar nuestros cantos que por mucho tiemopo han resistido a la pólvora y la incomprensión, ahora salen más fuertes, tienen la fuerza de Tokjuaj. Nahan hap nañay ta nopayen-nemehen hape ta natajuelej sigamos el camino que nos mostró. Esta es nuestra agua para que la tomen todos, es agua selecta del mundo Hiyawu.

Podríamos comenzar por el principio de la historia, por cómo comenzó la historia para el pueblo wichi…

Mi nombre es Tiluk, conozco poco, no mucho. Conozco la historia desde el año ´72 de más atrás me han contado la historia, me la ha contado mi papá. Mi padre tenía su padre, su abuelo y su bisabuelo que le han ido contando a sus hijos y después mi padre me cuenta la historia. Antes, de más antes, me cuentan que la gente vivía en el río Pilcomayo; dicen que en esos años no había árboles, nada más que pasto. Eso que se llama camalote y se mueve en el agua y tiene una flor blanca. Había muchos animales por ahí, habían tigres, pumas, chanchos de monte. Dicen que había mucho de esos animales, y habían avestruces. En esa época la gente no conocía ninguna otra cosa que no fuera natural, la gente usaba cueros, hacían chiripas de cuero. Herramientas de hierro como hacha o la pala no se conocían. Lo que se tenía eran lanzas, arcos y flechas, hondas de piola, trampas de madera.
Los wichi vivíamos así, cazando corzuelas, cazando pumas, quirquinchos, conejos, walacate (que son como quirquinchos grandes). En el río los antiguos pescaban, vivían en las orillas y lo que pescaban lo asaban, bien cocidito y se guardaba para otro día. Había miel, lachiguana, esos panales redondos y bien grandes. Eso era lo primero que había.
Así vivía la gente, hacían su casa, su chocita, que es el lugar donde está el fuego. Y las mujeres andaban así nomás, sin cubrirse los pechos porque la gente era así nomás, no tenían con que taparse y algunos hacían yicas de chaguar y otros con sus chiripas hechos de cueros de zorros o de corzuelas.















El chaguar es importante para los wichi…

El chaguar sirve para hacer redes, trampas, sirve para todo, nos acompaña; se hacen yicas grandes para cargar pescados.
Los viejos paisanos comían todas cosas naturales, muy naturales: porotos del monte, que se llama an´niaj, otro fruto que se llama  hayaj, ése es el mistol, el chañar se llama lecheni, ese sirve para hacer aloja, también para hervir y comer con grasa de pescado, igual que el poroto del monte. Y comían la “sacha sandía”, (o´na), que es como la naranja, pero esa es muy venenosa y hay que saber comer, la semilla no se come porque es venenosa. Se comía batata del monte, hay una que se come recién sacada de la planta, fresca, la otra tenía que hervirse. Los paisanos antiguos estaban muy tranquilos, nadie los molestaba; entonces cada grupo, cada comunidad tenía cacique. Y cada cacique era chamán, porque primero eran chamanes y después eran caciques.

¿Qué actividad cumple el chamán dentro de la comunidad?

El chamán protege su comunidad de tantas enfermedades, hay veces que se enferma alguno y entonces él cura.

¿Y cómo los cura?

Cura con ritos a los espíritus originarios, (Tiluk nos cuenta que tiene ocho espíritus que le asisten, entre ellos hay un jefe llamado Tsets´wo, “El cuervo”). Ellos no curan así nomás, esta persona tiene Espíritu de Sanidad.
Entonces, esto no es para inventar porque hoy veo que hay muchos chamanes que están estudiando y buscando pero antes no era así. Para ser chamán se empieza por las raíces, o sea, si tengo abuelo antes de morir me da la palabra, me dice: “Nieto, Usted va a ser un curandero verdadero, Usted va a ser poderoso para proteger su comunidad”. Así dice antes de morir, entonces el espíritu de él entra en su nieto, entonces esa persona ya tiene poder en la mano.

¿En la mano?

Sí, se toca así, (extiende su mano), y el enfermo se levanta, se sana, quedan normales.
Ese es el principio.

¿Y cómo son los espíritus originarios?

El espíritu originario es invisible. El espíritu se convierte como un mosquito chiquitito, nosotros no lo vemos pero  por ahí habla. Cuando cantan los paisanos ahí llaman al espíritu porque el espíritu vive en la otra punta de este mundo; entonces se canta, se lo llama y él viene para ayudar al enfermo.

Esa llamada la sabe el chamán?

Eso es lo que sabe el chamán, llamar al espíritu.
















¿Cómo es el trabajo del chamán?

Siempre el chamán trabaja de noche, el chamán no duerme o duerme poco porque tiene visiones de los mismos espíritus que andan, los espíritus malos; estos espíritus malos molestan y quieren entrar dentro de la persona que duerme, entonces el chamán tiene visiones. Él ve los cuatro puntos cardinales. Fuma la semilla del cebil, canta y el alma que está dentro del pecho sale y se va a otro mundo.

¿Cantando?

Cantando, él está sentado pero está lejos.
Así era la costumbre. El chamán protege a su gente, a su comunidad. Hay ancianos que son consejeros, ellos arreglan los problemas, no con el evangelio, ellos eso no conocen. Los chamanes tienen Dios que es Padre Sol, Ijuala, y Madre Luna, Iwela, y los cuatro vientos que son los cuatro puntos cardinales. Creen en el viento porque el viento ayuda a respirar, si no hay viento, morimos. Padre Sol es la luz del mundo que alumbra todos los países hasta el otro mundo y Madre Luna es la madre de todas las personas humanas. La Luna ayuda a los niños que están dentro de la panza de la mamá, le da movimiento al niño y le da espíritu.
Los primeros paisanos creían que la luz de arriba es del mundo; ellos no creían en la persona humana como es ahora que hay gente que persigue a la pobre persona humana, que no saben, que no son como el Padre Sol ni la Madre Luna, que no son como los cuatro vientos.
Hoy nosotros volvemos a buscar cosas antiguas. Así es la costumbre. A veces vos ves que ellos tienen objetos: un palo, un pedacito de piedra, eso está como bendecido. Tiene valor, tiene poder. Algunos jóvenes tienen objetos, a veces un collarcito, ese collar protege, ayuda. Así es la costumbre.
















¿Cómo es que los wichi fueron perdiendo sus costumbres?

Cuando yo ya era grandecito, en los años setenta, de repente se apareció un extranjero en el río, nosotros lo hemos visto. Esa persona en su mano derecha tenía un libro. Un día la gente estaba sentada comiendo pescado y de repente ellos han bajado por acá, por la frontera entre Argentina y Bolivia con su barquito, mirando las orillas del río Pilcomayo buscando a los paisanos, dónde están, dónde viven. De repente han visto un paisano que está pescando y le han preguntado pero como el paisano no entiende la lengua de ellos y ellos tampoco entienden la palabra del paisano, éste le ha hecho una seña, que se vayan para allá.
Nosotros hemos visto a los rubios, eran dos. Dijeron antes de entrar a la comunidad: “Señores, señores, hablaban con el mismo idioma inglés- esta escritura dice así: “Amaos unos a los otros, seguidores de Jesucristo”. Bueno, de confianza nosotros escuchamos estas cosas. En ese tiempo todavía había gente que seguía con nuestra cultura, algunos bailaban, otros tocaban nuestra música y los instrumentos: la cola de caballo, la trompa, el tamborcito. La gente era así. No escuchábamos bailes como ahora estamos escuchando que se baila con cumbia, no. No conocíamos eso.


¿De qué hablan sus canciones?

Hay cantos para la alegría, el amor, hay cantos para cuando uno tiene pena. Cuando uno canta y se siente bien, hay mucha gente que siente alegría, se ponen contentos y saltan y bailan. Hay cantos para el día y para la noche, para el fin de la caza y también para pescar. Cuando se vuelve de pescar también se canta. Nosotros hacíamos nuestra música.
Después la gente entendió las cosas que hablaban los gringos: “Bueno, tenés que hacer las cosas así”, “Tenés que creer en Jesucristo”. Entonces ellos hacían sus cosas como en secreto. Después como de ocho años de repente se han contactado con la policía y la Justicia y nos dijeron: “Señores, este baile está prohibido”.

¿Los extranjeros les prohibieron bailar?

Nos prohibieron los bailes los extranjeros, ellos son los culpables. La gente que viene con su evangelio nos hacen perder totalmente los bailes y los cantos. Ellos han hablado con la Justicia y ya no nos dejan bailar.

¿Y cómo fue esa prohibición, la impuso la policía?

Venía la policía diciendo: “Miren, esto no es así, ustedes tiene que dejar de bailar, es pecado”, así nos decían. Decían que había que ir a la iglesia a rezar, al último nos hacían meter presos. Se iban a donde estábamos y nos hacían llevar detenidos.

¿La policía decía qué es lo que era pecado y qué cosa no?

Era la policía. Venían los extranjeros y le decían: “Esto no, esto tampoco”. Entonces íbamos presos y seguíamos bailando. Al último nos querían matar. Y eso que nosotros cumplíamos y nos amábamos unos a los otros, y ellos no.
















¿Cómo hicieron para conservar los cantos y las danzas originarias?

Entonces la gente fue dejando, poco a poco fueron dejando la cultura: bailes, cantos, juegos. Así era en esos años. Ese es el mal que nos han hecho, esa es una trampa que nos han hecho.
Ahora vamos a ver si podemos levantar todo eso pero los jóvenes, los más chicos, no saben, no conocen. Vamos a seguir a los más grandes. Hace más de treinta años que no cantamos, por ahí nos olvidamos.

¿Y los chamanes no hicieron nada?

Y con los chamanes hicieron lo mismo, diciendo: “No, esto no se hace, esto es pecado. No es así, hay que creer en Jesucristo, nada más. Señores paisanos, esto es pecado”.
Bueno, esos fueron los culpables, los religiosos. Pero ahora hemos descubierto, hemos visto cómo trabajan los religiosos. Ahora los religiosos son como los políticos. Hay dos o tres clases de religiosos: están los anglicanos, están los pentecostales y están los evangélicos. Ahora están haciendo divisiones en la comunidad, entre ellos no se quieren, en cada misión hay de distintas religiones. Entre los pentecostales se dicen: “No vayan para allá porque hay anglicanos, esa gente no sirve”. Nos hacen pelear entre nosotros. Ahora hay caciques del evangelio pero más antes no era así nuestra cultura.
El cacique era chamán en aquellos años.
Los chamanes no pudieron hacer nada. Sí podemos los chamanes hacer algo pero nosotros los respetamos. si yo queriendo les hago cualquier cosa, pero pobre gente, yo no soy como ellos que nos tratan mal.
















¿Los chamanes tienen poder para hacer daño?

Tenemos poder para hacer daño pero hay que respetar, hay que dejarlos porque esa gente está equivocada…

Pero esa gente no ha respetado…

Ellos no respetan a los chamanes. Si no sos creyente, seguidor de Jesucristo, te odian, no te quieren. Así es hoy.
Hace un tiempo nos dijeron unos religiosos extranjeros: “Aquí les dejamos la palabra de Jesucristo, ustedes organícense”, y después de unos meses se van diciendo que ya llegaba el fin del mundo, dejándonos con su libro. Eso que ellos llamaban “el fin del mundo”, era la guerra que había entre los argentinos y los ingleses por las Islas Malvinas. Ellos ya lo sabían en secreto y nosotros no. Así fue.
Esa gente es guerrera y nos encamina mal. Pero hoy, gracias al Padre Sol estamos haciendo fuerza. Nosotros escarbamos la tierra en busca de nuestra cultura que están pisoteando. Hoy encontramos los huesos de nuestros antepasados. Hoy ya florece nuestra cultura y más allá va haber frutos y va haber semillas; ahora ya nos damos cuenta que la gente extranjera nos trata mal y nos encamina mal y nos hacen pelear. Pero hoy nosotros nos vamos a cuidar. Hace muchos años que desapareció nuestra cultura por eso yo te cuento las cosas que la gente nos hace.
Nosotros vamos a creer en la religión no en los religiosos. Vamos a creer en la luz del mundo, que es la luz del Padre Sol, que nos da tranquilidad y nos da Poder. Esa luz es anterior a la persona humana, nuestro dios es más antiguo y primero. Nosotros creemos en las nubes, nosotros creemos en el agua, nosotros creemos en los árboles que nos dan aire y hace circular nuestra memoria. Eso es en lo que nosotros creemos, así.




















*desenterrando, resurgiendo

 Fotografías originales de la serie Nukepatas
 2003 – Guadalupe Miles, b/n
 Fotografías para esta edición: Guadalupe Miles, Serie Chaco 
 (1997 – 2002), color.

El chamán TILUK falleció durante el invierno de 2016