lunes, 27 de mayo de 2013

Los sinsabores del auténtico poeta














El 27 de junio de 2012 publiqué una entrada a este blog: http://alejandromorandini.blogspot.com.ar/2012/06/jesus-ramon-vera.html
en la cual daba cuenta del bajón y la impotencia que sentía al cumplirse el primer mes de la desaparición del poeta Jesús Ramón Vera.
Desde entonces se han sucedido diversos homenajes tanto en la ciudad capital de Salta, como en el interior de la Provincia.
Lo que no avanzó es la investigación de las causas de esa muerte. Se ha especulado mucho, los familiares no quieren una autopsia del cadáver, las autoridades pretenden olvidar todo rápidamente y como corolario, la Escuela de Artes, Roberto Maheasi, por la que había luchado el poeta, hoy casi es una realidad.
Todos felices, o se simula muy bien.
La Cocina de Gómez, colectivo artístico, ha editado la obra completa de Ramón, es un bello libro para quién quiera conservar la memoria literaria. Días pasados, preparando su presentación para televisión, marqué una serie de poemas que, de alguna manera, insinúan el trágico desenlace.
Aquí reúno esos poemas, en un corte absolutamente arbitrario a la obra del poeta comparsero.
En la incertidumbre, he querido leer en estos versos la crónica de su muerte anunciada.


El rompecabezas
Cayó de mis manos
hacia fuera.

En vano quise evitar el golpe.
En desorden
los restos se dispersaron
como si huyeran de sí mismos.

Desde que está en el piso
no puedo armarlo.

Su forma original ya es imposible.

Robo
Hicieron de
campana.

Se llevaron
lo que profundamente
amaba

el poeta.

Una temporada en el infierno
El fuego
quema
en el desfiladero
el fogonazo.

Las soledades
en patota
te derraman el ojo
que mira toda la úlcera
de reojo.

(Hasta los dientes naturales están postizos).

Espera la nocturna vía
que los vagones del adiós
te deshuesen
en el despedidero.

El viaje
Extravié
el bolso,
donde guardaba totalmente
las cosas.

Nos robaron los zapatos.
Pensábamos bañarnos
a la salida del río.

Pero también
me abandonaron los amigos.

Creía
que en la vida se entra     siempre
por adelante.

La ciudad luz de Rosario de la Frontera
Luego que el Loco Vivas,
su hermano,
y el loco Raúl
me desvalijaron mi casa
de villa 20 de febrero,
de Salta

varias veces
varias veces
como si fueran dueños de la sombra

como si yo me hubiese muerto
antes
ante un cajón con más sombras
al lado del río

como si nadie tuviese capacidad de
respuesta
al golpe
al desvalijamiento

al secuestro de cosas que no son de ellos
vine al
barrio
Cacho Iriarte
de Rosario de la Frontera
aquí
están mi padre
mi abuelo
viviendo enterrados

enterrados
bajo tierra
bajo tierra
bajo tierra

Es como si hubiesen atrapado
un cuerpo sin alma.

¡Por favor!

Ahora estoy
luego que tipos me desguazaron la
casa o la ex
pienso o siento que en el albor de
otro año
debo comer de nuevo
el veneno
que no quiso
mi corazón

cómo
cómo
dónde mi corazón
cuando los veo cantar conmigo en el
documental
ah!
cómo arde este corazón dormido,
cervezero,

En Los Sauces 4,
sueño
que tenemos un año menos
menos

Les regalo
la computadora

Escucharán
bob marley,
hendrix,
pink floyd,
pappo

Ahora
todos los árboles de navidad
y todos los cerezos
les arderán
la estupidez

Copiaron el método de los militares
del 76
la invasión
entrar en una casa
sola        indefensa
INDEFENSA

Estoy
bien
en Rosario de la Frontera,
gatos
de cuarta
los hice en la comparsa
y creyeron
que
la vida, la comparsa es gratis
LOS ESPERO
de nuevo.

No saben que las calles de ripio
son hermosas
en el barrio.

¿Cómo no pensaron que las plumas
blancas y negras costaron
la vida?

Jamás olviden
que los años pasan,

el latir inmenso
no se detiene.

Los espacios importantes
Un barrio sin tarcos donde pocos te abrazan.
Una provincia con montañas como tantas.

Un país de otro país.

Un planeta que no es el centro.
Un sol tan grandioso, dorado, pequeño.
Una Vía Láctea entre infinitos grupos de estrellas,
más inmensos, tal vez más bellos.

Y aún así recuerdo las violetas de un jardín
de pueblo,
que ya nadie riega.